El Cabildo de Lanzarote anuncia que antes de finalizar el año se licitará la construcción de la planta de compostaje de última generación con la que contará el Complejo Ambiental de Zonzamas, un proyecto constructivo de modernización que será realidad gracias a una inversión prevista de casi 7.000.000 euros.
El presidente de la Institución, Oswaldo Betancort, ha recordado que esta nueva infraestructura se enmarca entre las obligaciones europeas de reciclado de los biorresiduos, exigibles para fortalecer la economía circular.
“En pocos meses hemos destinado recursos y soluciones para que Lanzarote y La Graciosa cuenten con un complejo ambiental a la altura de las exigencias ciudadanas y de su condición de territorio Reserva de la Biosfera. En materia de tratamiento de residuos alimentarios o biodegradables, esta moderna planta se sumará a la lista de mejoras ya iniciadas en esta materia, como es la implantación del quinto contenedor, el marrón, en los siete municipios”, asegura.
La futura planta de compostaje del Complejo Ambiental de Zonzamas permitirá efectuar el adecuado tratamiento de los biorresiduos procedentes de las recogidas separadas que se encuentran en proceso de implantación por parte de los distintos ayuntamientos lanzaroteños. Y como material estructurante, también permitirá tratar parte de los residuos biodegradables de parques y jardines que se entregan actualmente en las instalaciones titularidad del Cabildo.
“Estamos hablando de una moderna planta de compostaje”, ha aclarado el consejero de Residuos del Cabildo, Domingo Cejas. “con una capacidad para tratar unas 3.500 toneladas/año de residuos alimentarios o de pequeña fracción vegetal, lo que solemos llamar biorresiduos. Pero, además, tendrá capacidad para tratar unas 875 toneladas/año de restos de poda, residuos biodegradables de parques y jardines. Eso significa que Lanzarote podrá obtener anualmente unas 2.600 toneladas de compost para su utilización en la agricultura, jardinería o para la recuperación de espacios degradados, entre otras aplicaciones”, ha detallado el consejero.
Para Domingo Cejas, “el avance del proyecto que tenemos previsto licitar este mismo año, es una buena noticia para los lanzaroteños y gracioseros, y una mejora también en la gestión municipal puesto que mantenemos una total colaboración en materia de recogida y tratamiento de residuos con todos los ayuntamientos insulares”.
Una inversión millonaria
El proyecto constructivo de la planta de compostaje del Complejo Ambiental de Zonzamas cuenta con un presupuesto base de licitación cercano a los 7.000.000 euros, disponiendo el Cabildo para ello de una subvención de 2.750.000 euros concedida por la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias.
En cuanto a la situación de los últimos permisos antes de abordar la contratación pública de este importante proyecto, la Viceconsejería de Planificación Territorial y Reto Demográfico del Gobierno de Canarias remitió hace un mes al Cabildo de Lanzarote el acuerdo de la Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental relativo al Informe de Impacto Ambiental del proyecto. Y una semana después, la Institución insular solicitaba la modificación no sustancial de la Autorización Ambiental Integrada del Complejo Ambiental de Zonzamas.
El consejero Domingo Cejas ha confirmado que “en pocas semanas estará listo este último trámite, junto a la concesión de la Cooperación Interadministrativa pendiente por parte del Ayuntamiento de Teguise”.
La futura planta
La nave de compostaje proyectada ocupa una superficie de 2.200 m² (50 x 44 m), con planta rectangular y estructura metálica de acero, cubierta y semiabierta en parámetros exteriores. Dispondrá de una cubierta a dos aguas de 9,96 m de altura, de modo que la altura de la nueva nave no supere la altura máxima de las instalaciones contiguas, a la entrada del Complejo.
El proceso de fermentación y maduración se diseñará en trincheras de 20 m de largo, 5,25 m de ancho y 2,5 m de altura de acopio. Se trata de un sistema basado en el principio de compostaje con ventilación forzada, con el cual se obtienen unas velocidades de descomposición de la materia orgánica mayores que en los procesos convencionales.