La Dirección General de Salud Pública impulsa una campaña de difusión digital para dar a conocer esta acción vacunal entre adolescentes
Para establecer una protección comunitaria y controlar la enfermedad se plantea una vacunación de rescate para personas nacidas en los años 2004, 2005 y 2006
La Enfermedad Meningocócica Invasiva (EMI) es una enfermedad bacteriana aguda causada por Neisseria meningitidis o meningococo, que puede causar meningitis, bacteriemia y sepsis
La vacuna tetravalente antimeningocócica adquirida por Salud Pública cubre cuatro tipos de Neisseria meningitidis (A, C, W, Y)
El director general de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, José Juan Alemán, y el jefe del servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública, Amós García, han presentado esta mañana en rueda de prensa la campaña de vacunación contra el meningococo dirigida a población adolescente de entre 16 y 18 años que busca proteger a toda la comunidad y controlar la Enfermedad Meningocócica Invasiva (EMI) en Canarias.
Una vez concluido el trabajo de elaboración de los protocolos consensuados y su presentación a todas las gerencias de Atención Primaria y hospitales del SCS, se está iniciando la vacunación en los centros de salud, acción preventiva destinada a la población nacida en los años 2004, 2005 y 2006, según explicó José Juan Alemán.
Durante la presentación, el director general de Salud Pública también informó de que para esta campaña se han adquirido 38.000 dosis de vacuna tetravalente antimeningocócica. que cubre los cuatro tipos de Meningitidis más frecuentes en nuestro medio (A, C, W, Y), por un importe de 836.000 euros para llevar a cabo esta vacunación de rescate.
Enfermedad Meningocócica Invasiva
Por su parte, el jefe del servicio de Epidemiología y Prevención, Amós García, explicó que la Enfermedad Meningocócica Invasiva (EMI) es una enfermedad bacteriana aguda causada por Neisseria meningitidis o meningococo. “Los síndromes clínicos que la caracterizan son meningitis, bacteriemia y sepsis, y son frecuentes neumonía, artritis séptica, pericarditis, uretritis y conjuntivitis”, matizó.
El meningococo se transmite de persona a persona a través de las secreciones respiratorias y tras un contacto estrecho y prolongado con personas que están enfermas o con personas que transportan el meningococo en su nariz o garganta sin tener la enfermedad (portadores asintomáticos). El único reservorio conocido de N. meningitidis es el ser humano; no hay reservorios animales.
Con frecuencia, la Neisseria meningitidis permanece en la nasofaringe sin producir síntomas, lo que se denomina ‘portador asintomático’ (aproximadamente el 10 por ciento en la población general), o bien puede progresar a enfermedad invasiva. El riesgo de desarrollar la enfermedad es bajo y disminuye al aumentar la edad.
El inicio de la clínica se caracteriza por la aparición repentina de fiebre, náuseas, vómitos, cefalea intensa, alteración del estado mental, rigidez de nuca y fotofobia. Aunque la presentación de EMI también puede ser inespecífica (fiebre, mialgias, vómitos y otros síntomas gastrointestinales) y evolucionar rápidamente a shock séptico, sobre todo en la población infantil y en grupos vulnerables.
La letalidad por EMI es de entre el 8 y el 15 por ciento, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras la aparición de los síntomas. Un 10-15 por ciento de las personas que sobreviven sufren secuelas a largo plazo incluyendo déficit neurológico, sordera y amputaciones.
Prevención de la EMI
La prevención de la enfermedad meningocócica invasiva y la meningitis en general se realiza mediante la vacunación, con antibióticos (tras el contacto estrecho con un enfermo) y con medidas generales de control que eviten la transmisión respiratoria (minimizar el contacto cercano con personas con síntomas, higiene respiratoria, lavado de manos, etc.)
Amós García recordó que para establecer una protección comunitaria y controlar la enfermedad de manera más rápida es necesario realizar una vacunación de rescate de varias cohortes de población adolescente, preferiblemente durante uno o dos años, con la vacuna tetravalente antimeningocócica. que cubre los cuatro tipos de Meningitidis más frecuentes en nuestro medio (A, C, W, Y).
“Las vacunas tetravalentes han demostrado efecto sobre el estado de portador. Al vacunar a adolescentes y jóvenes se pretende proteger al resto de la población, incluyendo tanto a niños y niñas como a la población adulta y mayores de 65 años mediante el desarrollo de protección comunitaria”, aseguró.