El PSOE de Lanzarote ha denunciado el alarmante incremento del número de viviendas vacacionales en la isla desde que Oswaldo Betancort asumió la presidencia del Cabildo.
Concretamente, entre junio de 2023 y abril de 2024, las cifras han aumentado un 51,8%, pasando de 5.198 a 7.891 viviendas, lo que representa un incremento de 2.693 propiedades.
La secretaria insular del PSOE de Lanzarote y Diputada en el Congreso ha señalado que “este crecimiento descontrolado ha sido propiciado por el efecto llamada del Gobierno de Canarias, tras anunciar que la nueva Ley limitará la creación de nuevas viviendas vacacionales durante los próximos cinco años”.
“Lanzarote ya tiene un panorama desolador: las familias destinan hasta un 70% de su salario al alquiler. Esta situación no es solo insostenible, es injusta”, ha señalado Corujo.
La secretaria insular y Diputada en el Congreso se ha manifestado con contundencia: “Canarias está siendo un paraíso para todos menos para quienes viven en las islas. Las políticas de negación ante el colapso que vivimos están marcando la forma de vivir de la juventud. No es justo que las cifras de llegadas engorden cada vez más a costa de nuestro territorio, poniendo en riesgo nuestra principal riqueza, mientras nuestros jóvenes tienen cada vez más difícil vivir bien”.
“No podemos permitir que nuestras futuras generaciones se vean obligadas a renunciar a su derecho a vivir en su isla, a su hogar. Lanzarote no puede convertirse en un parque temático para turistas a expensas de sus propios habitantes”, ha continuado Corujo. “La falta de regulación y planificación es una traición a quienes han crecido aquí y desean quedarse”, ha añadido.
En este sentido, el PSOE ha exigido a Oswaldo Betancort que tome medidas urgentes y efectivas para frenar este incremento incontrolado de viviendas vacacionales. “Es necesario un enfoque equilibrado que garantice tanto el desarrollo del turismo responsable como el derecho a una vivienda digna para todos los residentes. Debemos luchar por un futuro donde nuestros jóvenes no tengan que poner en riesgo su modo de vida. La vivienda debe ser un derecho, no un privilegio”, concluyó Corujo.