Después de una década, la Casa de Acogida abre sus puertas las 24 horas del día, los 365 días del año, “facilitando así un servicio del que la sociedad lanzaroteña estaba huérfana”, ha valorado Oswaldo Betancort
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, junto al consejero de Bienestar Social e Inclusión de la Institución, Marci Acuña, han visitado este lunes la Casa de Acogida Flora Guadalupe Toledo, un recurso gestionado por la Fundación Canaria Flora Acoge y que, gracias a una subvención de la Corporación insular, desde el pasado mes de diciembre se ha convertido en el primer espacio alojativo de Lanzarote que abre sus puertas las 24 horas del día, durante los 365 días del año, destinado a las personas sin hogar; “facilitando así un servicio del que la sociedad lanzaroteña estaba huérfana”, ha valorado el presidente insular, Oswaldo Betancort.
“Salgo muy satisfecho de esta visita porque estamos obteniendo los frutos de esa subvención que el Cabildo de Lanzarote concede anualmente a los proyectos que la Fundación Flora Acoge dirige a las personas sin hogar y a la promoción social”, ha manifestado Betancort al finalizar un encuentro durante el que, según detalló el mandatario insular, ha podido comprobar de primera mano cómo funciona la Casa de Acogida, y “conocer las dinámicas que siguen actualmente las 15 personas usuarias que residen en ella. Estoy seguro que el trabajo multidisciplinar que aquí hacen los profesionales de la Fundación les facilitará un futuro mejor”.
“La apertura permanente de la Casa de Acogida Flora Guadalupe Toledo era una demanda desatendida durante la última década. La decisión de nuestro grupo de Gobierno en el Cabildo, y la mejora del servicio que hoy observamos, demuestran lo acertado de la medida”, ha subrayado Betancort.
Por otro lado, Marci Acuña ha recordado que la Consejería de Bienestar Social e Inclusión ampliaba hace unos meses la financiación, alcanzando los 250.000 euros, para poder así abrir durante las 24 horas, todo el año. “Se ofrece así un mejor servicio a las personas sin hogar, dándoles apoyo, atención y acompañamiento”.
Acuña ha explicado, igualmente, que el Servicio Especializado de Inclusión e Intervención Social estudia cada caso y luego deriva a estas personas que se encuentran en situación de sinhogarismo o en riesgo de estarlo, “para que los usuarios y usuarias puedan formar parte de los Proyectos en los que trabaja la Fundación”.
Los responsables del Cabildo de Lanzarote han podido conocer este lunes cuáles son los planes de trabajo individualizados que tienen los residentes, así como las tareas y horarios que se les asignan durante la convivencia en el centro. Además, las salidas conjuntas al exterior para hacer comunidad, el ocio saludable o las dinámicas para favorecer la ocupación son otras de las claves de inserción social que maneja la dirección de la Casa de Acogida Flora Guadalupe Toledo, situada en el barrio de Altavista (Arrecife).
Desde la ONG tienen claro que la intervención del Cabildo ha significado “un logro que dignifica y mejora la calidad de vida de las personas beneficiarias. Ellos y ellas, por distintas circunstancias de la vida, se vieron en situación de calle o están en riesgo de quedarse sin un hogar”.
33 personas en lo que va de año
La Casa de Acogida Flora Guadalupe Toledo es un servicio de alojamiento temporal de media-larga estancia que incluye alimentación, aseo e higiene, así como otros servicios como talleres ocupacionales o servicio de atención terapéutica y atención psicológica, entre otros.
Cuenta con un total de 17 plazas fijas (tres plazas para mujer y 14 plazas de hombre). A día de hoy, son 15 las personas alojadas, quedando aún habilitada una plaza de hombre y otra de mujer. Existe lista de espera, así que la previsión es que el recurso pueda cubrir el cupo en las próximas semanas, cuando se vayan resolviendo los expedientes.
Además de ofrecerse alojamiento y de garantizarse la cobertura de sus necesidades básicas, la Fundación Canaria Flora Acoge atiende, acoge, orienta y acompaña a nivel psico-socioeducativo y terapéutico a las personas sin techo acogidas en el proceso de mejora de su situación, favoreciendo planes de trabajo individualizados.
Asimismo, se promueve la ocupación de su tiempo libre de una manera saludable y se fomenta el trabajo en equipo y en red con los agentes participantes en el proceso.