Raíces gracioseras: el Cabildo de Lanzarote culmina con éxito un curso de empleita tras meses de formación
El Cabildo de Lanzarote, a través del Área de Artesanía que dirige la consejera Aroa Revelo, ha finalizado con éxito el segundo curso de empleita de la isla de La Graciosa (Teguise). Esta acción formativa, que se ha desarrollado entre los meses de enero y junio, ha contado con la participación de más de diez personas -muchas de ellas jóvenes- residentes en la octava isla; y supone un nuevo impulso a la recuperación de los oficios tradicionales del archipiélago chinijo.
Las participantes se han sumergido en el arte del trenzado de la palma, una técnica ancestral que da forma a piezas icónicas como cestas, utensilios domésticos y, sobre todo, la emblemática sombrera graciosera, símbolo de identidad cultural y funcional aliada contra el sol isleño. “Este curso, que también estamos impartiendo en Haría, es una muestra de la apuesta del Cabildo con la artesanía viva, con nuestras tradiciones y con la dinamización comercial”, ha destacado Aroa Revelo.
El Área de Artesanía suma 36 alumnos y alumnas en los cursos impartidos en las localidades de Caleta de Sebo y Haría, propuesta ejecutada con la colaboración de la corporación local en el caso de Teguise.
La empleita es mucho más que una técnica de trenzado; es la base estructural de la sombrera de palmito, prenda típica de La Graciosa y Lanzarote que ha perdurado generación tras generación.
En concreto, este sombrero graciosero, que aún se luce con orgullo en las calles de Caleta de Sebo y en las fiestas patronales, no solo protege del sol, sino que encierra detalles culturales únicos: un lazo que varía de lado según el género de quien lo porta, y una presencia simbólica como la del niño Jesús de la iglesia Virgen del Mar, que cada 16 de julio porta una sombrera artesanal confeccionada por manos locales.
La materia prima se cuida
El desarrollo de los cursos de empleita en La Graciosa y Haría se suma a otra acción clave del Área de Artesanía sellada recientemente: la siembra de trigo en la Granja Agrícola Experimental del Cabildo, realizada por primera vez para garantizar el suministro de esta materia prima a artesanos y artesanas de Lanzarote y La Graciosa.
“Sembrar trigo es sembrar identidad. No es un gesto aislado, sino una estrategia para asegurar que las sombreras y otros productos continúen fabricándose con materiales propios, sostenibles y coherentes con nuestro entorno”, afirmó Revelo. El trigo es fundamental para aportar estructura a la sombrera, complementando la empleita y reforzando la calidad de la pieza final.
Esta acción se repetirá en futuras campañas y se añade a los esfuerzos que el Cabildo está realizando para diversificar y asegurar el abastecimiento de palmito, otro recurso esencial para la artesanía local.
Redescubrir lo nuestro
El Cabildo anima a la población de Lanzarote y La Graciosa a redescubrir y usar con orgullo la sombrera tradicional. “Más allá del folklore, la sombrera es una prenda útil, sostenible y profundamente nuestra. Protege la piel, nos conecta con nuestras raíces y representa una forma de vivir en armonía con el paisaje y el clima de estas islas”, ha concluido la consejera.
La culminación del curso de empleita y las recientes medidas de apoyo a la producción de materias primas marcan un nuevo hito en la estrategia insular por una artesanía viva, con futuro y profundamente enraizada en la historia del territorio.