
La diputada lanzaroteña subraya que «el comercio de proximidad es un pilar esencial para mantener vivas nuestras calles y garantizar oportunidades reales en islas no capitalinas»
La diputada lanzaroteña del Grupo Nacionalista Canario, Cristina Calero, ha defendido este viernes la necesidad de impulsar medidas específicas de apoyo al comercio local en Lanzarote y La Graciosa, subrayando su papel esencial en la economía, el empleo y la vida social de las islas.
Durante su intervención en el Parlamento de Canarias, en una pregunta dirigida al consejero de Economía, Industria, Comercio y Autónomos, Calero recordó que “crear comercio es crear ciudad, economía y empleo. Cuando un comercio cierra, se muere una calle”. La parlamentaria destacó el valor histórico y social del tejido comercial de Arrecife y del resto de municipios, construido gracias al esfuerzo de emprendedores que, durante generaciones, “dejaron atrás sus pueblos o incluso la isla de La Graciosa para levantar sus negocios y, con ello, nuestras ciudades”.
Calero advirtió de que la doble insularidad sigue condicionando gravemente la competitividad de las empresas locales, y señaló que el cierre de un negocio supone “no solo la pérdida del sacrificio y patrimonio de un emprendedor, sino también un fracaso social que afecta a toda la comunidad”.
La diputada nacionalista recordó que el comercio es un engranaje clave para otros sectores estratégicos, como los productos locales, la artesanía, la gastronomía y los servicios turísticos, actuando además como motor de cohesión social. Sin embargo, insistió en que aún existen retos que es necesario abordar con urgencia.
Entre ellos, subrayó la necesidad de mejorar la infraestructura logística y el transporte, especialmente en La Graciosa, donde las dificultades actuales “limitan la distribución de productos y encarecen la cesta de la compra”.
Asimismo, defendió la importancia de impulsar la digitalización y el comercio electrónico como herramientas fundamentales para que los negocios locales puedan ampliar mercados, diversificar su oferta y asegurar su supervivencia en un entorno cada vez más competitivo.
Calero apostó también por apoyar la innovación y la diferenciación comercial, promoviendo productos y servicios vinculados a la identidad cultural de Lanzarote y La Graciosa, y reclamó avanzar en la simplificación administrativa y la reducción de cargas burocráticas para facilitar la apertura de nuevos comercios y favorecer el emprendimiento.
En esta línea, consideró imprescindible invertir en formación y capacitación para comerciantes y autónomos, especialmente en ámbitos como las nuevas tecnologías, las tendencias de mercado y la mejora de la atención al cliente.
Finalmente, la diputada insistió en la necesidad de desarrollar políticas coordinadas entre el Gobierno de Canarias, los cabildos y los ayuntamientos, con estrategias diferenciadas para la capital, los núcleos turísticos y los pueblos.
“El comercio local no solo dinamiza la economía: construye comunidad, fortalece nuestra identidad y mantiene vivas nuestras calles”, concluyó Cristina Calero.