
El primer Protocolo de Compromiso Institucional en materia de inclusión y accesibilidad fija una hoja de ruta común entre el Cabildo y los siete municipios, con medidas como una Mesa Técnica Insular y planes municipales de accesibilidad
El Salón de Plenos del Cabildo de Lanzarote acogió en la mañana de este miércoles, coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la firma conjunta del Protocolo de Compromiso Institucional para una Lanzarote y La Graciosa Accesibles e Inclusivas, un documento histórico que marca el inicio de un nuevo modelo de trabajo coordinado entre la Institución presidida por Oswaldo Betancort y los siete ayuntamientos de la isla.
El objetivo es avanzar de manera conjunta en inclusión, accesibilidad universal y garantía de derechos, reforzando la cooperación entre administraciones y dando voz a las entidades sociales.
La firma contó con la presencia del consejero insular de Bienestar Social e Inclusión, Marci Acuña, concejales de Servicios Sociales y otros representantes públicos de los siete municipios, así como numerosos colectivos del Tercer Sector, que tendrán participación activa en la planificación y evaluación de las acciones derivadas del Protocolo. Durante el acto se proyectó también una pieza audiovisual que refuerza este compromiso con los derechos de las personas con discapacidad en Lanzarote y La Graciosa.
El Protocolo da continuidad a la Estrategia de Accesibilidad e Inclusión de la Discapacidad en Lanzarote y La Graciosa, aprobada en pleno en noviembre de 2024 y promovida por el Área de Bienestar Social e Inclusión, una hoja de ruta insular con más de cien medidas estructuradas en siete ejes que abarcan desde la atención social y la educación hasta el turismo, el empleo, la participación ciudadana y la sensibilización.
El consejero Marci Acuña subrayó la importancia de “no trabajar cada uno de forma aislada” y destacó que, con esta firma, “Cabildo y ayuntamientos damos un paso decisivo para coordinar nuestras políticas públicas de accesibilidad y discapacidad”, apostando por un compromiso “estable, coordinado y compartido” entre todas las administraciones. “Lanzarote y La Graciosa avanzan hacia un modelo insular donde ninguna persona quede atrás, en la Isla de los Cuidados”, afirmó.
Acuña recalcó además que tanto la Estrategia aprobada en 2024 como el Protocolo refrendado con los ayuntamientos “nos permiten trabajar con una visión común, basada en la igualdad de oportunidades, la participación real y la construcción de entornos que respeten la dignidad y autonomía de todas las personas”.
Por su parte, el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, valoró el acuerdo como “un ejemplo de cooperación institucional que sigue situando a Lanzarote como referente en la apuesta por un desarrollo sostenible e inclusivo, fijando en el documento firmado hoy compromisos claros asumidos por todas las partes, como la elaboración de planes municipales de inclusión y accesibilidad, entre otras medidas útiles”, señaló.

Un instrumento con políticas concretas
El documento firmado establece un marco común de trabajo para que Arrecife, Haría, San Bartolomé, Teguise, Tías, Tinajo y Yaiza, junto al Cabildo, impulsen de forma coordinada una sociedad más accesible, justa y equitativa.
Entre los compromisos asumidos destacan:
La creación de una Mesa Técnica Insular de Inclusión y Accesibilidad.
La elaboración de planes municipales de accesibilidad en cada ayuntamiento.
La integración de criterios de diseño universal en proyectos urbanísticos, turísticos, culturales, educativos y sociales.
La implicación del Tercer Sector en los procesos de planificación, ejecución y evaluación.
El Protocolo se sustenta en principios como la accesibilidad universal, el diseño para todas las personas, la inclusión social, la participación activa de la ciudadanía y la transparencia en la evaluación de los avances.
Además, el documento tiene carácter abierto, permitiendo la adhesión de nuevas entidades públicas o privadas que compartan sus objetivos. También contempla la elaboración de informes anuales de seguimiento y la definición de indicadores comunes para medir el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos.