
‘Inspiración’ logra el segundo premio y ‘Centauro’ y ‘Gaudí’ comparten el tercero tras un empate en la votación popular
El Festival del Silencio puso anoche el broche final a dos jornadas de arte, emoción y participación ciudadana con la entrega de premios del I Certamen Internacional de Estatuas Humanas, celebrado este fin de semana en la Calle Real, dentro del programa de Navidad impulsado por la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Arrecife.
El primer premio fue para ‘El árbol de los deseos’, del artista Aleix Grau Armenteros, que conquistó al público con una propuesta cargada de simbolismo y sensibilidad. El segundo premio recayó en ‘Inspiración’, de la artista Marta Llopart Estrems, mientras que el tercer premio fue compartido, tras producirse un empate en las votaciones populares, entre ‘Centauro’, del artista Jorge Omar Balmaseda Rojas, y ‘Gaudí’, de Dan Borràs Viaplana.
Los galardonados recibieron premios económicos de 300, 200 y 100 euros, respectivamente. Los reconocimientos fueron entregados por el teniente de alcalde y concejal de Fiestas, Echedey Eugenio; el concejal de Juventud, Mayores y Vivienda, Rosmen Quevedo; y el concejal de Limpieza y Bienestar Animal, Jacobo Lemes.
Durante el acto de entrega, Echedey Eugenio agradeció “la implicación y el enorme talento de todos los artistas callejeros participantes, llegados desde diferentes países, así como la respuesta del público, que no solo ha asistido, sino que ha interactuado, ha sentido y ha votado, convirtiéndose en parte esencial del festival”. El concejal destacó además que “ha sido una actividad muy original, diferente y emocionante, que ha demostrado que el arte en la calle tiene un gran poder de atracción y que este es un proyecto con vocación de continuidad”.
El Festival del Silencio transformó durante dos tardes consecutivas la Calle Real en un espacio de encuentro cultural, donde 17 artistas internacionales dieron vida a personajes únicos a través del mimo, el teatro gestual y la expresión corporal. La magia del arte silencioso envolvió a vecinos y visitantes, generando momentos de asombro, emoción y conexión directa entre intérpretes y público de todas las edades.
La iniciativa se despide tras una gran acogida, dejando una huella emocional en la ciudad y con la aspiración de consolidarse como una de las propuestas culturales más singulares de la Navidad en Arrecife, con la mirada puesta en futuras ediciones.







