Arrecife

Yonathan de León se gastó casi 700 mil euros para “celebrar” el Día de Canarias, creando un programa de fiestas de 7 días de duración, en la que se gastó 100 mil euros diarios durante una semana loca en la que pudimos ver, eventos vacíos, o el alcalde jugando solo a la petanca, todo para sumar la escalofriante cifra de 693 mil euros, como siempre, por ahora.

Y es que el Día de Canarias se convirtió en la coartada perfecta para reventar de nuevo al Ayuntamiento, con multitud de actos a los que apenas asistió gente. “Nadie discute que el día de Canarias se celebre en Arrecife, como por ejemplo con Los Sabandeños, pero lo que no se puede es gastarse 100 mil euros diarios en acciones atemporales, sin sentido”, comenta Duque.

Un grupo electrógeno con un insoportable ruido, y generando gases indeseables para los vecinos, era el preludio de que la Recova volvía a engalanarse para una nueva fecha. Y es que el consistorio no podía dejar de utilizar este recinto para hacerle la competencia a los sufridos restauradores de la zona, condenados a cerrar por culpa de un grupo de gobierno que ha monopolizado la fiesta con sus empresas amigas, para que la Recova se convierta en la disco-verbena más famosa de Lanzarote.

En esta ocasión la soledad también arrastró a la trasera del Ayuntamiento, y convirtió en un fracaso a la Recova. “Cuando te empeñas en arruinar el centro de la ciudad, como ha hecho este grupo de gobierno consigues que nada funcione, ni siquiera los eventos untados con dinero público a mansalva” comentaba Cristina Duque.

Al final la Recova se ha convertido en una molestia para los vecinos que, al ruido constante de la música, tienen que sumar un motor de gasoil que le da luz a la fiesta, y cerrar las ventanas porque el humo entra en muchos de los domicilios de los residentes en la zona, y todo hasta bien entrada la noche. “Yonatan tiene que entender que los vecinos de Arrecife tienen obligaciones y madrugan, no son como él que puede trasnochar día sí y día no, por eso debería de respetar el descanso de la gente que trabaja en la ciudad” comenta Cristina Duque.

Y es que la ruina económica a la que se está sometiendo a la ciudad con tanto despilfarro en fiestas, así como las molestias para los vecinos hacen insoportable la vida en una ciudad que necesita de una inversión real y efectiva que la saque del letargo.