El Encuentro de Fotografía y Artes Visuales Veintinueve Trece inauguró este lunes su décima edición con un acto en la Sala Buñuel de El Almacén, en el que se reconoció la trayectoria del fotoperiodista José Luis Carrasco. La cita, dedicada este año a lo colectivo frente al individualismo, llega avalada por la máxima puntuación del Ministerio de Cultura entre los certámenes de fotografía en España.
Carrasco, que recibió el premio de manos de sus nietos Roque y Kalea, rememoró sus inicios y su llegada a Lanzarote en los años ochenta, hasta consolidar una carrera de cuatro décadas colaborando con Agencia EFE, Lancelot, Canarias 7 y La Voz de Lanzarote. “Ha sido el mejor trabajo del mundo”, afirmó al dedicar el reconocimiento “a todos los compañeros de prensa”.
La sesión continuó con el estreno de “Cosecha”, pieza audiovisual creada para esta edición por la cineasta Nayra Sanz Fuentes, que reflexiona sobre los colectivos que acceden a “granjas de datos” para poner el conocimiento al servicio de lo común. “Tenemos una gran responsabilidad para que la tecnología sea una herramienta que nos ayude”, subrayó la autora.
El director del encuentro, Nico Melián, recordó que Veintinueve Trece pasó de cinco colaboradores en su primera edición a más de doscientas personas implicadas en su décimo aniversario. “La cultura no es un bien subvencionado; es de primera necesidad y también genera empleo”, señaló. “Lanzarote merecía un espacio para pensar la imagen, hablar de su gente y su territorio”, añadió, reivindicando una cultura cotidiana que protege el patrimonio, defiende el territorio y fomenta la empatía. “La cultura no tiene que hacer política partidaria, pero sí política social”, remachó.
El arranque de esta X edición se plantea como homenaje a quienes trabajan desde lo colectivo —personas y asociaciones que cuidan, acompañan, crean y sostienen la isla— e invita a “seguir pensando juntos y construyendo una mirada compartida sobre quiénes somos y hacia dónde vamos”.
El acto concluyó con la lectura de un “Manifiesto colectivo” por Tharais Armas, dentro de una pieza artística dirigida por Esteban Cedrés, con Alexis Lemes al timple y la danza de Javier Ferrer. El texto defendió la organización colectiva como base de las políticas públicas y el derecho a encontrarnos, disentir e imaginar desde la pluralidad como forma de inteligencia común.