Los expertos señalan que el 60% de la población femenina y el 40% de la masculina de esa edad tienen síntomas de sequedad ocular
Factores propios de esta época del año, como las altas temperaturas, los ambientes más secos o la radiación ultravioleta, hacen que aumenten las molestias
El ojo seco es un síndrome ocular crónico que puede producirse debido a distintos factores y que afecta a la mitad de las personas de más de 40 años. Se calcula que el 60% de la población femenina y el 40% de la masculina de esa franja de edad tiene síntomas de sequedad ocular relacionados con algunos de los dos principales tipos de ojo seco: el “evaporativo” (se debe una evaporación rápida de la lágrima) y el “hiposecretor” (causado por un déficit de la capa acuosa que compone la película lagrimal, a cargo de proteger el ojo).
Según la Dra. Eva Ayala, Especialista en ojo seco de Miranza Clínica Muiños, existe una relación entre la llegada del verano y el aumento de las temperaturas con el ojo seco. “Los factores ambientales propios de esta época del año, los ambientes más secos o la exposición al sol, en suma, al uso de los aires acondicionados, hacen que aumenten las molestias”, explica la Dra. Ayala, quien afirma que “el verano puede agravar la sequedad ocular, produciendo irritación, escozor y enrojecimiento de los ojos”.
Además de los factores ambientales, detrás de este síndrome ocular, existen otros detonantes o agravantes como el uso continuado y, a veces excesivo, de pantallas de ordenadores o dispositivos móviles, una higiene incorrecta o insuficiente de los ojos y la zona periocular, especialmente tras el uso de cosméticos en los párpados y pestañas, así como los hábitos alimenticios poco saludables o con ciertos déficits, además de ciertas intervenciones estéticas en esta zona que no han sido realizadas por manos expertas.
Más allá de la sequedad ocular y de los otros síntomas molestos que acompañan a la enfermedad, como puede ser la irritación o el enrojecimiento del ojo, la doctora de Miranza Clínica Muiños destaca que “esta enfermedad ocular causa también mala visión y que, en los casos más graves, pueden llegar a aparecer problemas infecciosos o úlceras que, de no tratarse correctamente o a tiempo, pueden provocar que el paciente, excepcionalmente, deba someterse a un trasplante de córnea”.
Por ello, Miranza recuerda la importancia de mantener un buen cuidado ocular y de acudir a los expertos oftalmológicos si se tiene algún indicio de patología o molestia ocular. En Miranza Clínica Muiños cuentan con un área avanzada en ojo seco, liderado por la Dra. Ayala, en el que se ofrece diagnóstico y tratamiento, mediante última tecnología cada vez más desarrollada y eficaz para hacer frente a este problema creciente entre la población.
La experta destaca terapias que se aplican en consulta en sesiones de pocos minutos y con grandes resultados, como el LipiFlow, una tecnología que se vale de la aplicación de calor y masaje local sobre los párpados para aliviar síntomas como la sensación de ardor y escozor en los ojos, sequedad, irritación y enrojecimiento ocular, hinchazón palpebral, fotofobia e incluso dolor o visión borrosa.